Abuso sexual infantil
COLOMBIA UN ESTADO SOCIAL DE
DERECHO
LEY 1236 DE 2008
Diario Oficial No. 47.059 de 23 de julio de 2008
CONGRESO DE LA REPÚBLICA
Por medio de la cual se modifican algunos artículos
del Código Penal relativos a delitos de abuso sexual.
EL CONGRESO DE COLOMBIA
DECRETA:
DE LA VIOLACIÓN.
“Artículo 205. Acceso carnal violento.
El que realice acceso carnal con otra persona mediante violencia, incurrirá en
prisión de doce (12) a veinte (20) años”.
“Artículo 206. Acto sexual violento.
El que realice en otra persona acto sexual diverso al acceso carnal mediante
violencia, incurrirá en prisión de ocho (8) a dieciséis (16) años.
“Artículo 207. Acceso carnal o acto
sexual en persona puesta en incapacidad de resistir. El que realice acceso
carnal con persona a la cual haya puesto en incapacidad de resistir o en estado
de inconsciencia, o en condiciones de inferioridad síquica que le impidan
comprender la relación sexual o dar su consentimiento, incurrirá en prisión de
doce (12) a veinte (20) años.
Si se ejecuta acto sexual diverso del acceso
carnal, la pena será de ocho (8) a dieciséis (16) años”.
DE LOS ACTOS SEXUALES ABUSIVOS.
“Artículo 208. Acceso carnal abusivo
con menor de catorce años. El que acceda carnalmente a persona menor de
catorce (14) años, incurrirá en prisión de doce (12) a veinte (20) años”.
“Artículo 209. Actos sexuales con
menor de catorce años. El que realizare actos sexuales diversos del acceso
carnal con persona menor de catorce (14) años o en su presencia, o la induzca a
prácticas sexuales, incurrirá en prisión de nueve (9) a trece (13) años”.
“Artículo 210. Acceso carnal o acto
sexual abusivos con incapaz de resistir. El que acceda carnalmente a
persona en estado de inconsciencia, o que padezca trastorno mental o que esté
en incapacidad de resistir, incurrirá en prisión de doce (12) a veinte (20)
años.
Si no se realizare el acceso, sino actos sexuales
diversos de él, la pena será de ocho (8) a dieciséis (16) años”.
DISPOSICIONES COMUNES A LOS
CAPÍTULOS ANTERIORES.
“Artículo 211. Circunstancias de agravación
punitiva. Las penas para los delitos descritos en los artículos anteriores, se
aumentarán de una tercera parte a la mitad, cuando:
1. La conducta se cometiere con el concurso de otra
u otras personas.
2. El responsable tuviere cualquier carácter,
posición o cargo que le dé particular autoridad sobre la víctima o la impulse a
depositar en él su confianza.
3. Se produjere contaminación de enfermedad de
transmisión sexual.
4. <Numeral CONDICIONALMENTE exequible> Se
realizare sobre persona menor de catorce (14) años.
5. Se realizare sobre el cónyuge o sobre con quien
se cohabite o se haya cohabitado, o con la persona con quien se haya procreado
un hijo.
6. Se produjere embarazo.
7. Cuando la víctima fuere una persona de la
tercera edad o, disminuido físico, sensorial, o psíquico”.
DEL PROXENETISMO.
“Artículo 213. Inducción a la
prostitución. El que con ánimo de lucrarse o para satisfacer los deseos de
otro, induzca al comercio carnal o a la prostitución a otra persona, incurrirá
en prisión de diez (10) a veintidós (22) años y multa de sesenta y seis (66) a
setecientos cincuenta (750) salarios mínimos legales mensuales vigentes”.
“Artículo 214. Constreñimiento a la
prostitución. El que con ánimo de lucrarse o para satisfacer los deseos de
otro, constriña a cualquier persona al comercio carnal o a la prostitución,
incurrirá en prisión de nueve (9) a trece (13) años y multa de sesenta y seis
(66) a setecientos cincuenta (750) salarios mínimos legales mensuales
vigentes”.
“Artículo 216. Circunstancias de agravación
punitiva. Las penas para los delitos descritos en los artículos anteriores, se
aumentarán de una tercera parte a la mitad, cuando la conducta:
1. Se realizare en persona menor de catorce (14)
años.
2. Se realizare con el fin de llevar la víctima al
extranjero.
3. El responsable sea integrante de la familia de
la víctima.
4. Cuando la víctima fuere una persona de la
tercera edad o, disminuido físico, sensorial, o psíquico”.
“Artículo 217. Estímulo a la Prostitución de
Menores. El que destine, arriende, mantenga, administre o financie casa o
establecimiento para la práctica de actos sexuales en que participen menores de
edad, incurrirá en prisión de diez (10) a catorce (14) años y multa de sesenta
y seis (66) a setecientos cincuenta (750) salarios mínimos legales mensuales
vigentes.
La pena se aumentará de una tercera parte a la
mitad cuando el responsable sea integrante de la familia de la víctima.
“Artículo 218. Pornografía con menores. El que
fotografíe, filme, venda, compre, exhiba o de cualquier manera comercialice
material pornográfico en el que participen menores de edad, incurrirá en
prisión de diez (10) a catorce (14) años y multa de ciento treinta y tres (133)
a mil quinientos (1.500) salarios mínimos legales mensuales vigentes.
La pena se aumentará de una tercera parte a la
mitad cuando el responsable sea integrante de la familia de la víctima. Para
efectos de determinar los miembros o integrantes de la familia habrá de
aplicarse lo dispuesto por el artículo 35 y siguientes del Código
Civil relacionados con el parentesco y los diferentes grados de consanguinidad,
afinidad y civil”.
“Artículo 219-A. Utilización o facilitación de
medios de comunicación para ofrecer servicios sexuales de menores. El que
utilice o facilite el correo tradicional, las redes globales de información, o
cualquier otro medio de comunicación para obtener contacto sexual con menores
de dieciocho (18) años, o para ofrecer servicios sexuales con estos, incurrirá
en pena de prisión de diez (10) a catorce (14) años, y multa de sesenta y seis
(66) a setecientos cincuenta (750) salarios mínimos legales mensuales vigentes.
Las penas señaladas en el inciso anterior se
aumentarán hasta en la mitad (1/2) cuando las conductas se realizaren con
menores de catorce (14) años”.
ARTÍCULO 14. La presente ley rige a partir de
la fecha de su promulgación y deroga las disposiciones que le sean contrarias”.
CONCEPTO
El abuso sexual constituye una de las
principales causas de maltrato infantil, que por sus implicaciones sobre la dignidad de la
persona, la genealogía familiar, los
efectos morales,
sociales y psicológicos merecen un estudio aparte. El
abuso sexual se define como la utilización de un niño o niña con la finalidad de
satisfacer o gratificar sexualmente a un
adulto o grupo de personas. Este se
puede presentar en forma de abuso sexual
propiamente dicho, generalmente propiciado
por una figura cercana, de autoridad o cuidador. Cuando es practicado por
un familiar con sanguíneo se conoce como
incesto.
Otra forma de abuso sexual es producida
por un agresor desconocido por el niño o
niña y se denomina ataque sexual.
Un tercer tipo es la explotación sexual, en
la que el niño o niña son utilizados como objetos Comerciales. Comprende la
prostitución infantil, la pedo filia el tráfico de niños para turismo sexual y
la pornografía con presencia del niño o
a través de Internet. También se puede dar
en el interior de la familia.
El fenómeno del abuso sexual infantil es un
problema que han soportado los niños y niñas desde siempre y en todas las
culturas y que hasta nuestros días es negado o subvalorado por las circunstancias en que se produce. El
maltrato sexual a menores es una forma de
maltrato infantil. Cualquier niño de cualquier edad y clase social puede
ser víctima de abusos sexuales no siempre evidentes, pues puede tratarse de
actos violentos, pero también el agresor
se puede servir de promesas o amenazas para ejecutar actos que no dejan huella, o que no implican contacto
físico. Además, el abuso sexual infantil comprende formas como la explotación sexual, el turismo
sexual con menores y la pornografía infantil. El abuso sexual suele provocar
problemas psicológicos-emocionales que
pueden aparecer inmediatamente después
de la agresión, en la adolescencia si se
produjeron en la niñez o incluso en la
edad adulta si el paciente no recibió el
tratamiento y las ayudas necesarias.
La víctima de abuso sexual se siente temerosa
y no necesariamente comunica el hecho con palabras. También puede expresarlo
con cambios en su conducta, temores
nocturnos, aislamiento y, sobre todo,
muchos niños expresan el gran temor a no
ser creídos o a ser culpados o castigados.
Los servicios de Pediatría y de Salud mental
tienen un papel relevante en la prevención, diagnóstico y atención de
las víctimas abuso sexual infantil, así como de las consecuencias, secuelas físicas y psicoemocionales que este deja.
También, tienen función en la
orientación a la familia sobre las
implicaciones legales que este acto
conlleva, la notificación obligatoria y
el seguimiento individual y sistemático a cada caso. Es necesario facilitar un tratamiento
integrado que implique a la víctima, al agresor y a sus respectivas familias. El abordaje de este
problema requiere el trabajo en equipo
multidisciplinario con profesionales idóneos, no solo conocedores del problema, sino con un gran compromiso para trabajar con el niño o niña afectada, sus
familias y su entorno en general.
Los tres criterios más utilizados para
establecer el concepto de abuso sexual infantil son:
•
Asimetría de edad de la víctima y del agresor
•
Coerción: las conductas que el agresor pone en juego para someter a la víctima
•
Tipo de conductas sexuales que tienen lugar entre ambos
Asimetría de edad
La diferencia en edad entre la víctima y el
agresor impide la verdadera libertad de decisión y hace imposible una actividad
sexual común, ya que los participantes
tienen experiencias, grado de madurez biológica y expectativas muy
diferentes. Esta asimetría supone en sí
misma un poder que vicia toda posibilidad de relación igualitaria.
Coerción
El uso de fuerza física, presión o engaño
deben ser considerados, por sí mismos,
criterios suficientes para que una conducta sea etiquetada de abuso sexual a menores, independientemente de
la edad del agresor.
Tipos de abusos sexuales a menores
Siempre que exista coerción o Asimetría de
edad (o ambas cosas a la vez) entre una persona menor y cualquier otra, las
conductas sexuales deben ser consideradas abusivas. Estas se pueden manifestar
de la siguiente manera:
• Con contacto físico
-
Violación: penetración en la vagina, ano o boca, con cualquier objeto
-
Penetración digital: inserción de un dedo en la vagina o en el ano
-
Penetración vaginal o anal con el pene
-
Penetración vaginal o anal con un objeto
-
Caricias: tocar o acariciar los genitales de otro, incluyendo el forzar a
masturbar para cualquier contacto sexual y exceptuando la penetración
-
Sodomía o conductas sexuales con personas del mismo sexo
-
Contacto genital oral
- Involucra miento del niño en contactos sexuales con animales
• Sin contacto físico
-
Propuestas verbales de actividad sexual explícita
-
Exhibicionismo: acto de mostrar los órganos sexuales de una manera inapropiada
-
Obligar a los niños a ver actividades sexuales de otras personas. Ejemplo: padres u otras personas que impliquen a los
niños en la observación de coito o ver pornografía
-
Falsas alegaciones en procesos de divorcio
• Explotación sexual
-
Implicar a menores de edad en conductas o actividades relacionadas con la
producción de pornografía
-
Promover la prostitución infantil
-
Turismo sexual
• Culturales
-
Ablación quirúrgica del clítoris
-
Casamiento de niños sin su consentimiento
-
Rituales satánicos
-
Factores epidemiológicos
Existen algunas
circunstancias sociales que facilitan la aparición del abuso sexual:
•
Vivir separado de los padres biológicos
•
La pobreza relacionada con la soledad que presentan algunos niños
•
Discapacidad infantil
•
Alcoholismo y adicciones en alguno de los miembros de la familia
•
Prostitución en casa
•
Permanencia temporal de visitas o familiares en casa
•
Enfermedad mental
•
Presencia de pacientes sospechosos de infección por virus de inmunodeficiencia
humana (VIH)
Alteraciones en las víctimas de abuso sexual
El
grado de alteración sufrida por un niño víctima de abuso sexual depende de los
factores.
Descritos a continuación:
• Tipo
de acto sexual:
se debe distinguir si el abuso se limitó a besos; caricias de los senos o delos
genitales o si se emplearon objetos y si hubo penetración, determinando si la
víctima estaba vestida o no y si
adicionalmente se practicó sexo oral o anal.
•
Frecuencia y duración: están íntimamente relacionadas con la gravedad de la
alteración mental asociada con el abuso o ataque sexual.
•Intensidad
de violencia utilizada: va desde el convencimiento, pasando por soborno y
amenaza, hasta la agresión física. En el caso del convencimiento, la víctima se
puede sentir complacida, con la probabilidad que se conduzca al menor de edad a
la prostitución.
•
Relación con el agresor: se debe determinar
la relación entre la víctima y su agresor. Esta relación puede ser de
tipo incesto, por conocido que represente figura de autoridad para el niño, por
desconocido o como parte de una red de prostitución o satanismo.
• Edad
de la víctima:
es fundamental considerar este factor por su implicación sobre la
supervivencia, desarrollo posterior o posibilidad de embarazo, entre otros
factores
• Número de agresores: este factor puede
condicionar al niño como culpable de lo sucedido, generando procesos de
victimización en edad adulta.
•
Efectos de la denuncia: este factor debe manejarse con precaución debido a que
puede re victimizar al niño por el conflicto familiar generado y la actitud de
los miembros de la familia y de otras personas que intervengan en el proceso de
atención.
•
Agresión institucional: la agresión a la que son sometidas las víctimas por
parte de los miembros del equipo multidisciplinario para lograr esclarecer los
hechos y tomar las medidas respectivas en muchas ocasiones es más humillante
para la víctima y su familia que la violación en sí. De allí la importancia de
dividir las tareas y determinar los tiempos para la evaluación de las víctimas
en el momento y lugar apropiados por la persona adecuada. La intervención
multidisciplinaria coordinada es de gran ayuda para evitar estas situaciones
indeseadas
La presencia de estas situaciones está
relacionada con la antigüedad del maltrato, generando emocionales con
implicaciones en el desempeño en los diferentes contextos, principalmente en el
educacional y de aprendizaje. Además, modifica las relaciones sociales. En los
casos recurrentes y de larga data pueden ocurrir trastornos mentales como
depresión, suicidio, auto agresiones pobre autoestima y adicciones de todo
tipo.
Según la evolución de estos casos recurrentes
se puede observar prostitución, dificultades de pareja, aversión a los
contactos sexuales y abortos. Algunas víctimas pueden reproducir los ciclos de
abuso, sobre proteger a sus niños o enclaustrarse. Finalmente, en el contexto
social, las víctimas pueden presentar conductas violentas y antisociales.
Características
del agresor
Los casos de abuso sexual no presentan un patrón
de definición claro con respecto al nivel socio económico Los agresores
sexuales de los niños son en 85% de los casos hombres, que se dividen en
pedófilos y agresores. Los primeros tienen preferencia por los niños y los
segundos por los adultos. Los agresores se dividen en regresivos, que permanecen
con su preferencia hacia los adultos, pero ante ciertas circunstancias
hacen regresiones a edades más tempranas
y terminan buscando relaciones con
niños. El otro tipo de agresores tiene
fijaciones en niños y una preferencia por ellos y se relacionan con adultos que
se visten con prendas de niños.
Los patrones más frecuentemente utilizados por
los agresores son la seducción, la introversión y el sadismo. En el caso de la
seducción, el agresor utiliza en forma sistemática halagos, caricias y regalos,
para disminuir la resistencia de los
niños y poder efectuar el abuso sexual.
El segundo patrón es el introvertido, en el que
el agresor, por sus dificultades para entablar
relaciones interpersonales, busca congraciarse con alguien que tenga niños o busca trabajar
en instituciones donde haya, por lo general, niños muy pequeños y espera la
oportunidad para abusar de ellos.
El tercer patrón es el sádico, agresor que busca satisfacción
mediante producción de dolor en la víctima.
En nuestro medio, estas características no han sido bien
determinadas. En el caso de las acusaciones, el comportamiento está mejor
definido.
El agresor, por lo general, utiliza los
siguientes mecanismos de defensa: desmentir, minimizar, justificar, elaborar,
simular enfermedad mental, simpatía, agresión o confusión. En cuanto a desmentir,
el agresor trata de negar y acusar al niño o sus padres de fantasiosos. En caso de admitirlo, busca inmediatamente
justificación y como estrategia para mitigar el castigo aclara que no ha
recibido satisfacción sexual.
La minimización es un mecanismo con el cual
se busca hacer ver como insignificantes las acciones y le frecuencia de las
mismas en el caso de eventos repetidos.
En
la justificación se culpa el niño de seducir al agresor o de provocarlo, o se
justifica en el caso de los niños
dedicados a prostitución por el hecho de estar en ella, aduciendo
desconocer la edad de la víctima. En la
elaboración se busca confundir moviendo los argumentos dentro de un contexto
que busca justificar, minimizar y negar las acciones. Muchos de los agresores
sexuales pueden o
Simulan
tener enfermedad mental. De allí la evaluación psiquiátrica e importancia de
esta.
Elaboración de la
historia clínica y evaluación de pacientes con sospecha de abuso sexual
Los
objetivos de la evaluación de una posible víctima de abuso sexual son:
•
•
Identificación de lesiones de importancia médica
•
Recolección de evidencia
•
Detección y profilaxis de enfermedades de transmisión sexual (ETS)
•
Detección de embarazo
•
Apoyo emocional y orientación psicológica
•
Apoyo lega
Identificación de lesiones de importancia
médica
La evaluación debe ser lo más rápido posible para
obtener evidencia antes de las 72 horas y lo más corta y discreta posible, para
no maltratar a la víctima. Es esencial brindar medidas de protección a aquellas
víctimas en las que se sospeche que no existen garantías para permanecer en su
núcleo familiar. La metodología recomendada para proceder al examen debe tener
en cuenta la idoneidad del examinador, el consentimiento informado para evitar
situaciones engorrosas y para hacer sentir a la víctima que tiene el control
sobre el examen.
Este examen debe hacerse con la mayor discreción
posible, en un área privada y debe contar con un miembro del equipo de salud del
mismo sexo en el caso de las niñas, que sirva
como colaborador y testigo. En la medida de lo posible debe acompañar a la
víctima un familiar a no ser que la paciente diga lo contrario.
La información obtenida durante la entrevista
se debe registrar de la manera más literal posible, siendo preferible registrar
de manera textual el testimonio de la víctima. En la entrevista se debe obtener
información demográfica, el nombre o descripción del presunto agresor y su
relación con la paciente, las circunstancias en que ocurrieron los hechos, el
lugar, las particularidades de la relación sexual, si hubo violencia física,
eyaculación y otras circunstancias después del abuso.
Igualmente, se debe obtener información relacionada
con la menarquia, los ciclos menstruales, relaciones sexuales previas con
consentimiento o sin él y se debe averiguar sobre la posibilidad de un
embarazo, enfermedades venéreas, consumo de drogas o alcohol por el paciente y
el agresor.
Se deben establecer las condiciones del entorno
del niño y el estilo de vida, que debe contrastarse con los factores de riesgo
para determinar los indicadores de mayor especificidad e importancia
Apoyo orientación emocional y psicológica
En el tratamiento psicológico de las víctimas
de abuso sexual se debe tener presente la sensación de culpa, vergüenza y
dolor. La víctima tiende a negar lo sucedido, principalmente si hubo consumo de
alcohol o drogas. Se debe invitar a
las pacientes a discutir sus sentimientos
alrededor del evento para que puedan manifestarlos en forma de ira, lo cual
permite mejorar su autoestima.
Algunos pacientes pueden presentar
manifestaciones como trastornos del apetito y del sueño, cambios en el estado
de ánimo, ansiedad, enuresis, dolor abdominal, deterioro en el desempeño escolar,
signos de depresión e intentos de suicidio.
Algunas observaciones muestran que las víctimas
de abuso sexual logran una adaptación alrededor de dos años después del evento,
estando asociada esta adaptación con la edad de ocurrencia, la frecuencia,
modalidad y circunstancias que mediaron.
http://www.youtube.com/watch?v=EaNp4OAFhAM
La
respuesta no es fácil. A menudo los que abusan de las niñas y los niños, son
considerados como gente enferma. A menudo, también, se supone que abusan de las
niñas y los niños porque sus relaciones sexuales no son satisfactorias. En
general, se puede sin embargo decir, que estas no son razones para un abuso
sexual. Se podría presumir que se trata de un
conjunto de causas y circunstancias que desde hace poco tiempo están siendo
objeto de un estudio más profundo.
Hay
principios de explicaciones que subrayan diferentes aspectos. Muchos expertos, mujeres y hombres, subrayan que sería la
forma desigual en que se tratan los sexos en nuestra sociedad, lo que crea las
condiciones baja las cuales mujeres, niñas y niños están expuestos a la
violencia sexual así como la forma en la que están expuestos.
Se
parte del principio de que los agresores son generalmente hombres discretos,
que no se salen aparentemente de las "normas", de todas las
profesiones y clases sociales.
Los
abusadores, no actúan a causa de una "necesidad sexual" ya que
frecuentemente, tienen contactos sexuales con mujeres adultas, ya que para
ellos el objetivo principal del abuso sexual no es el placer. Se trata de un
abuso de poder, buscado a través de la violencia sexual.
La sexualidad es usada
como un medio, digamos como un "arma", para ejercer el poder. El
abuso sexual no es una forma violenta de sexualidad, sino una forma sexual de
violencia. Durante el abuso sexual, el que "tiene el poder", se sirve
de su superioridad para infligir violencia al que "no tiene poder".
En todas partes, cuando una persona o un grupo poseen muchos más poder que
otro, el riesgo de abuso de poder está siempre presente. En nuestra sociedad,
los hombres tienen más poder que las mujeres y los adultos mucho más que las
niñas y los niños, siendo la distancia más grande la que hay entre hombres y
niñas.
Esta disparidad es un factor determinante, por la enorme dimensión que
toma la violencia sexual, sobre todo en el caso de las niñas, una violencia que
marca la vida cotidiana de las niñas, sobre todo si los hombres creen que solo
su voluntad es lo que cuenta y que las mujeres y las niñas deben someterse a
ella. Ciertos hombres van tan lejos que consideran a las mujeres y a los niños
y niñas como una propiedad que pueden utilizar a voluntad (igualmente en el
plano sexual), de lo que ellos deducen el poder de abusar sexualmente. Tal
actitud está favorecida por la imagen siempre propagada en nuestra sociedad,
imagen sostenida por la prensa,. la publicidad, el cine, etc. El conquistador
masculino que se apropia de todo lo que quiere, ha sido siempre un ideal de
virilidad, y no solamente en las películas de aventuras. Es admirado por sus
alternativos contactos sexuales, sobre todo si son con mujeres muy jóvenes, es
considerado como una persona alegre que no deja pasar una ocasión.
Una
actitud violenta se excusa, afirmando que los hombres tienen necesidades
sexuales más importantes, y que la agresión es parte de su propia naturaleza.
Ya
cuando los niños son pequeños, viven el predominio de los hombres demostrado
por su entorno. Superioridad, fuerza e imposición de su voluntad, es lo que se
les concede y lo que se espera de ellos. El que crece en la convicción de que
tiene más derechos que los demás, se sentirá más tarde empujado a reclamar ese
pretendido derecho, incluso por la fuerza.. Algunos expertos señalan que el
abuso sexual puede estar en relación con las experiencias vividas en la
infancia. Muchos abusadores adultos no han recibido mucho afecto durante su
infancia o han sido víctimas de violencia corporal o sexual. Ellos han
aprendido que han obtenido de la sexualidad un lugar de afecto y reconocimiento
y continúan esta experiencia agrediendo a sus hijos.
Son
sobre todo los niños abusados que tratan de reprimir sus sentimientos de
impotencia, abusando a su vez, ya que para muchos niños el papel de víctima no
coincide con el retrato viril impuesto por la sociedad. En otros casos, el
abuso sexual tiene lugar en el entorno de oficio, no respeta las necesidades y
los derechos de los niños y las niñas. En esos casos, es realmente fácil de
servirse de la necesidad de afecto vital de los niños, para satisfacer los
deseos de los adultos.
Todos
los expertos están de acuerdo para afirmar que una de las causas del abuso
sexual es el hecho de que muchas niñas y niños han sido hechos víctimas por la
educación que han recibido. Una educación que puede llegar a ser peligrosa.
SECUELAS EMOCIONALES EN LAS VÍCTIMAS DE
ABUSO SEXUAL:
Los menores muy pequeños pueden no ser
conscientes del alcance del abuso sexual en las primeras fases, lo que puede
explicar la compatibilidad de estas conductas con el cariño mostrado al adulto
por el menor.
Así,
por ejemplo, hay niños que ver balizan el abuso sexual de la siguiente forma:
"mi papá hace un pipí blanco", "yo no me enteraba porque estaba
dormido", "me dice que no se lo diga a nadie", etc.
a) Consecuencias a
corto plazo:
Al menos un 80% de las víctimas sufren
consecuencias psicológicas negativas. El alcance del impacto psicológico va a
depender del grado de culpabilizarían del niño por parte de los padres, así como
de las estrategias de afrontamiento de que disponga la víctima. En general, las
niñas tienden a presentar reacciones ansioso-depresivas; los niños, fracaso
escolar y dificultades especificas de socialización, así como
comportamientos sexuales agresivos.
Respecto a la edad, los niños muy pequeños
(en la etapa de preescolar , al contar con un repertorio limitado de recursos
psicológicos, pueden mostrar estrategias de negación de lo ocurrido. En los
niños un poco mayores (en la etapa escolar) son más frecuentes los sentimientos
de culpa y de vergüenza ante el suceso. El abuso sexual presenta una especial
gravedad en la adolescencia porque el padre puede intentar el coito, existe un
riesgo real de embarazo y la adolescente toma conciencia del alcance de la
relación incestuosa. No son por ello infrecuentes en la víctima conductas como
huidas de casa, consumo abusivo de alcohol y drogas, promiscuidad sexual e incluso
intentos de suicidio
b)
Consecuencias a largo plazo:
Los efectos a largo plazo son menos
frecuentes y más difusos que las secuelas iniciales, pero pueden afectar, al
menos, al 30% de las víctimas (tabla 4).
Los problemas más habituales son las alteraciones
en la esfera sexual disfunciones sexuales y menor capacidad de disfrute,
especialmente-, la depresión y el trastorno de estrés postraumático, así como
un control inadecuado de la ira (en el caso de los varones, volcada al exterior
en forma de violencia; en el de las mujeres, canalizada en forma de conductas auto destructivas).
En otros casos, sin embargo, el impacto
psicológico a largo plazo del abuso sexual puede ser pequeño (a menos que se
trate de un abuso sexual grave con penetración) si la víctima no cuenta con
otras adversidades adicionales, como el abandono emocional, el maltrato físico,
el divorcio de los padres, una patología familiar grave, etc. Desde el punto de vista del trauma en sí
mismo, lo que predice una peor evolución a largo plazo es la presencia de
sucesos traumáticos diversos en la víctima, la frecuencia y la duración de los abusos,
la posible existencia de una violación y la vinculación familiar con el
agresor, así como las consecuencias negativas derivadas de la revelación del
abuso (por ejemplo, romperse la familia, poner en duda el testimonio del menor.
Preocupan las cifras de abuso sexual infantil en Colombia
Cada año, 200 mil niños son abusados sexualmente en Colombia,
según la Fiscalía general de la Nación. Las cifras sobre maltrato infantil no solamente
preocupan a la Fiscalía, sino también a la Procuraduría y organizaciones
internacionales.
Por eso, dichas instituciones y el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar, con varios periodistas y dirigentes políticos, crearon el Comité Promotor del Referendo que busca aplicar cadena perpetua contra quienes cometan graves delitos contra menores de edad. A partir del miércoles 25 de junio, las entidades mencionadas impulsarán la recolección de firmas para modificar el artículo 34 de la Constitución colombiana que prohíbe las penas de destierro y prisión perpetua. Según los promotores de la iniciativa, entre quienes está la concejala de Bogotá Gilma Jiménez, el objetivo es convocar al referendo en el transcurso de los primeros meses de 2009.
Por eso, dichas instituciones y el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar, con varios periodistas y dirigentes políticos, crearon el Comité Promotor del Referendo que busca aplicar cadena perpetua contra quienes cometan graves delitos contra menores de edad. A partir del miércoles 25 de junio, las entidades mencionadas impulsarán la recolección de firmas para modificar el artículo 34 de la Constitución colombiana que prohíbe las penas de destierro y prisión perpetua. Según los promotores de la iniciativa, entre quienes está la concejala de Bogotá Gilma Jiménez, el objetivo es convocar al referendo en el transcurso de los primeros meses de 2009.
Aumenta explotación y abuso sexual de niños en Colombia
Aunque se tienda a confundirlos, la explotación y el abuso
sexual en niños son fenómenos diferentes. El abuso sexual va relacionado con
situaciones incestuosas, donde los mismos familiares son los victimarios. Las
cifras que se manejan sobre esta problemática son producto del número de
denuncias, sin que por ello coincidan con el de casos ocurridos
Las diferencias sociales, el analfabetismo, la pobreza, la represión
familiar, etc., son algunos de los factores que deterioran la calidad de vida
de los niños. Sin embargo, no son elementos determinantes de todos los casos.
La explotación y el abuso sexual en infantes no son realidades propias de los pobres,
ni de los desplazados en conflictos armados. Las clases sociales más
favorecidas son igualmente víctimas de estos males.
Los delitos contra la
libertad e integridad sexual abarcan la explotación sexual, el abuso sexual, la
violación y cualquier otra forma de contacto sexual que persiga obtener
beneficio o placer, a través de la incitación o coerción de los niños. Incluyen
el uso de los menores de edad a cambio de retribución o remuneración, además de
la pornografía, el turismo sexual, etc.
En una investigación realizada por UNICEF, se estima que en Colombia hay 18.000.000 de menores de edad, de los cuales aproximadamente 35 mil niños y niñas están vinculados a la explotación sexual. Según el mismo estudio, la edad en que se induce a la actividad se ha reducido incluso por debajo de los 10 años.
No obstante, para Elenita Motta, del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar, las cifras sobre explotación sexual infantil son inciertas. “Es un problema clandestino, donde las labores de inteligencia no permiten conocer cifras claras. UNICEF habla de 35 mil víctimas, yo por mi parte no me atrevería a precisar ningún dato”.
Aunque, la actividad predominante continúa siendo la prostitución, se han presentado cada vez más casos de trata y utilización sexual en grupos armados ilegales.
En Colombia, quien dirige las estrategias en la lucha contra estas problemáticas es el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF), que tiene como misión prioritaria administrar los ingresos provenientes del Presupuesto general de la Nación para canalizarlos hacia actividades de protección y atención a la población infantil afectada.
Con el ICBF colaboran otras organizaciones como la Defensoría del Pueblo, la Procuraduría Delegada para la defensa del menor y la familia, las Instituciones de vigilancia y control, la Unidad de Delitos contra la libertad sexual y la dignidad humana de la Fiscalía General de la Nación, entre otras.
Elenita Motta, del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar, afirma que hay un compromiso gubernamental para atacar ambas problemáticas. En el caso de la explotación infantil, sostiene que existe un pacto entre las autoridades nacionales competentes y organismos internacionales para la captura y detención de las bandas que se dedican a explotar niños. Sin embargo, reconoce que los recursos no son suficientes para lograrlo.
En lo que corresponde al abuso sexual infantil, sostiene que en el marco de la Política Nacional de Paz y Convivencia Familiar, se atiende de forma especializada a los niños víctimas y a sus agresores. “Estamos estableciendo un modelo de atención integral a las víctimas de la violencia y a sus familiares, para ello contamos con equipos psicosociales y defensores de familias, además de otras organizaciones gubernamentales dentro de la misma infraestructura, como la Fiscalía, el Ministerio Público, entre otras”.
A pesar de los esfuerzos de las instituciones competentes para ayudar a las víctimas y crear conciencia sobre las consecuencias de estos fenómenos, la explotación y el abuso sexual en menores, son una problemática en ascenso.
En materia de explotación infantil, Guillermo Camacho, de la Asociación Afecto, considera que los planes de acción orquestados por el Ejecutivo Nacional carecen de recursos económicos para impulsar una verdadera fuerza especializada en atacar casos de explotación. Según el funcionario de la ONG, “los recursos y las autoridades son precarias, necesitamos una policía transparente y capacitada para esta lucha, ya que quienes ejercen la explotación infantil pertenecen a redes criminales poderosas de alcance internacional que manejan altas sumas de dinero falta que el Estado invierta en la niñez, pareciera que estuviera de brazos cruzados. Colombia necesita un doliente con recursos y tecnología para darle un zarpazo final a las bandas de explotadoras que tienen azotados a nuestros niños”.
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En una investigación realizada por UNICEF, se estima que en Colombia hay 18.000.000 de menores de edad, de los cuales aproximadamente 35 mil niños y niñas están vinculados a la explotación sexual. Según el mismo estudio, la edad en que se induce a la actividad se ha reducido incluso por debajo de los 10 años.
No obstante, para Elenita Motta, del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar, las cifras sobre explotación sexual infantil son inciertas. “Es un problema clandestino, donde las labores de inteligencia no permiten conocer cifras claras. UNICEF habla de 35 mil víctimas, yo por mi parte no me atrevería a precisar ningún dato”.
Aunque, la actividad predominante continúa siendo la prostitución, se han presentado cada vez más casos de trata y utilización sexual en grupos armados ilegales.
En Colombia, quien dirige las estrategias en la lucha contra estas problemáticas es el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF), que tiene como misión prioritaria administrar los ingresos provenientes del Presupuesto general de la Nación para canalizarlos hacia actividades de protección y atención a la población infantil afectada.
Con el ICBF colaboran otras organizaciones como la Defensoría del Pueblo, la Procuraduría Delegada para la defensa del menor y la familia, las Instituciones de vigilancia y control, la Unidad de Delitos contra la libertad sexual y la dignidad humana de la Fiscalía General de la Nación, entre otras.
Elenita Motta, del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar, afirma que hay un compromiso gubernamental para atacar ambas problemáticas. En el caso de la explotación infantil, sostiene que existe un pacto entre las autoridades nacionales competentes y organismos internacionales para la captura y detención de las bandas que se dedican a explotar niños. Sin embargo, reconoce que los recursos no son suficientes para lograrlo.
En lo que corresponde al abuso sexual infantil, sostiene que en el marco de la Política Nacional de Paz y Convivencia Familiar, se atiende de forma especializada a los niños víctimas y a sus agresores. “Estamos estableciendo un modelo de atención integral a las víctimas de la violencia y a sus familiares, para ello contamos con equipos psicosociales y defensores de familias, además de otras organizaciones gubernamentales dentro de la misma infraestructura, como la Fiscalía, el Ministerio Público, entre otras”.
A pesar de los esfuerzos de las instituciones competentes para ayudar a las víctimas y crear conciencia sobre las consecuencias de estos fenómenos, la explotación y el abuso sexual en menores, son una problemática en ascenso.
En materia de explotación infantil, Guillermo Camacho, de la Asociación Afecto, considera que los planes de acción orquestados por el Ejecutivo Nacional carecen de recursos económicos para impulsar una verdadera fuerza especializada en atacar casos de explotación. Según el funcionario de la ONG, “los recursos y las autoridades son precarias, necesitamos una policía transparente y capacitada para esta lucha, ya que quienes ejercen la explotación infantil pertenecen a redes criminales poderosas de alcance internacional que manejan altas sumas de dinero falta que el Estado invierta en la niñez, pareciera que estuviera de brazos cruzados. Colombia necesita un doliente con recursos y tecnología para darle un zarpazo final a las bandas de explotadoras que tienen azotados a nuestros niños”.
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Según
datos de la Agencia Periodismo Amigo de los Derechos de la Infancia (Pandi),
las últimas cifras sobre abuso infantil en Colombia son:
· Durante 2006 el abuso sexual infantil en Colombia aumentó en un 6% respecto al año anterior.
· Durante 2006 el abuso sexual infantil en Colombia aumentó en un 6% respecto al año anterior.
· El rango más alto se encuentra en niños y niñas entre 5 y 14 años de edad.
· Bogotá y Antioquia son identificadas como las zonas en donde más se cometen abusos.
· Se denunciaron 14.840 casos ante Medicina Legal en el último año.
· El 86% de las víctimas de abuso sexual que se presentan en Medicina Legal son menores de edad.
· 12.247 niñas y 2.593 niños fueron abusados sexualmente durante el año pasado.
· 3 de cada 100 menores asistieron a Medicina Legal por abuso sexual.
· El silencio es la cifra más importante pues se estima que el 70% de los casos no es denunciado por temor, conflictos sociales o coerción.
· Existen 2.406 casos reportados indirectamente por institutos médicos o servicios sociales obligatorios.
· Cada 14 minutos se presume que se presenta un caso de abuso sexual contra un menor de edad en Colombia, que es denunciado. Se cree que la cifra de casos no denunciados es mucho mayor.
Se estima que sólo un 30% de los casos se denuncian, pues en ocasiones, el agresor es un miembro cercano de la familia del menor, que muchas veces cuenta con la complicidad o mutismo del resto de familiares, bien sea por miedo, o por considerarse esta práctica delincuencial como un problema insignificante. Por otro lado, el abuso infantil de tipo sexual tiene muchos matices, tanto físicos como psicológicos, y no sólo el de la violación carnal per se. Por ello, resulta importante aprender a “leer” algunas señales que ayudan a determinar cuando un niño ha sido víctima de abuso sexual. Según el investigador Víctor Solano, las siguientes son algunas pistas a considerar.
En el físico:
· Dificultades para caminar o sentarse.
· Ropa rota, especialmente la interior o presencia de sangre en ella.
· El niño empieza a tocarse mucho, jalarse el pantalón o la falda, repetitivamente.
· Trauma en los senos, nalgas, parte baja del abdomen, en los muslos. · . .
· Durante juegos, clases de educación física, práctica deportiva, etc., hay movimientos que se le dificultan al niño o niña.
· Infecciones venéreas. La más común es el condiloma que se presenta como una verruga dolorosa que se deben tratar con cremas o cauterizaciones. Cuando el niño es portador lo acompañarán siempre, especialmente cuando se le bajen sus defensas.
En lo emocional:
· El niño puede volverse muy retraído y silencioso, algunos desarrollan mutismo. O por el contrario, su comportamiento es agresivo en exceso.
· Repentina caída en el rendimiento académico.
· Alucinaciones visuales, táctiles o sensoriales en general.
· Depresión permanente.
· Ponerse ropa sobre ropa, necesidad de utilizar muchas prendas de vestir para dificultar el abuso.
· Después de que el niño ya aprendió a ir al baño vuelve a la etapa de no controlar esfínteres. En algunos casos puede retener las heces para que el abusador sienta incomodidad y no lo intente nuevamente.
· Aversión al acto de acostarse, sueños alterados o con pesadillas, no quiere dormir solo, ni que lo dejen solo en su habitación.
· En relación con otros niños, sus relaciones son pobres: no participan en sus juegos o son demasiado complacientes.
· Son “demasiado juiciosos o juiciosas” porque se acostumbraron a complacer.
· No les gusta ir a visitar la casa de algún familiar o amigo. Quiere evitar los viajes familiares o las reuniones.
· Comportamientos y comentarios de adulto con referencias sexuales.
· Terminan huyendo del hogar y acercándose peligrosamente a la prostitución o al suicidio.
UNICEF, tiene como meta lograr para el 2010 una erradicación total de estos fenómenos, garantizándole a la población infantil protección absoluta ante cualquier tipo de explotación y abuso. Para ello, considera importante aprovechar el aparato legislativo que respalda a las víctimas (las leyes 360 de 1997 , 575 de 2000 y de la Convención Internacional para la Eliminación de todas las formas de Discriminación contra la Mujer). Además, estima necesario darle mayor cobertura mediática a las problemáticas, sin hacerle daño a los menores, con el fin de informar y sensibilizar a la opinión pública sobre las gravísimas consecuencias de estas actividades en la generaciones futuras.
Sin embargo, a juicio de Liliana Burbano, del Departamento de Comunicaciones del Programa Internacional para la Erradicación del Trabajo Infantil (Ipec), para disminuir y erradicar estos fenómenos, es necesario transformar los patrones culturales. Según Burbano, de nada sirve establecer planes de acción en contra del abuso y explotación infantil, si la sociedad, incluyendo a las autoridades competentes en estos planes, no deja de considerar a los niños y a las mujeres como actores débiles, sin credibilidad para defenderse. “En ocasiones los agresores se escudan argumentando que las jóvenes los sedujeron, y los fiscales toman esos elementos en cuenta a la hora de procesarlos, no se logra nada con las leyes, si no se supera el imaginario cultural machista”.
Aumentan denuncias
sobre abuso sexual infantil en Colombia
En un 25 por
ciento ha aumentado el número de quejas sobre casos de abuso sexual en
Colombia, durante los últimos dos años.
Según
estadísticas del Instituto de Medicina Legal, son entre 14 mil y 17 mil las
denuncias que se reportan anualmente ante diferentes entidades especializadas.
La
Asociación Afecto que trabaja por la defensa de los menores maltratados,
considera que el problema es mucho más grave de lo que parece, teniendo en
cuenta que sólo se denuncia el 5 por ciento de los casos de abuso sexual que en
realidad se presentan.
En promedio,
de cada 100 delitos de esta índole, 85 se cometen contra las niñas y los 15
restantes contra niños.
Las cifras
se conocieron hoy, al cumplirse el Día Mundial de Prevención de abuso contra
niños y niñas.
LOS
ALCANCES DEL ABUSO SEXUAL INFANTIL
Los desequilibrios interiores, que hacen al hombre comportarse
irracionalmente, ponen en peligro el desarrollo de la vida de miles de niños y
niñas que caen a diario en el abismo de la prostitución.
La alegría que causa ver
a un grupo de pequeños jugando en un parque nos llena de emoción, pero a la vez
nos hace reflexionar sobre la posibilidad de que algún día, esos niños no sean
tan felices como lo son en ese momento. Tampoco podemos desconocer que mientras
ellos juegan pueden estar rodeados de algunos adultos inescrupulosos que los
espían con otras intenciones.
Las personas que buscan sexo con niños y niñas no se diferencian en apariencia de los demás. El delincuente sexual, aunque no tiene una tipología definida, para sicólogos, siquiatras y sociólogos se trata de personas que afrontan desequilibrios interiores.
En Colombia, los índices de prostitución siguen en aumento y ya superan las cifras que las estadísticas oficiales insisten en difundir. El problema de abuso a menores y su prostitución se ha vuelto más apremiante cada vez. Entonces, surge la pregunta: ¿cómo preservar la felicidad de estos niños y niñas y la vida misma de millones de seres humanos?
Visitamos algunos de los lugares en Bogotá, donde centenares de niños y niñas, entre los 13 y los 16 años, ofrecen sus “servicios”, mientras otros deambulan por las calles en busca de clientes con quien pasar el rato, y constatamos cómo se prostituyen a plena luz del día.
Aunque el testimonio de cada niño es desgarrador, es nuestro deber advertir que muchos sí están buscando la manera de salir de este sórdido mundo que los mantiene aprisionados.
Las personas que buscan sexo con niños y niñas no se diferencian en apariencia de los demás. El delincuente sexual, aunque no tiene una tipología definida, para sicólogos, siquiatras y sociólogos se trata de personas que afrontan desequilibrios interiores.
En Colombia, los índices de prostitución siguen en aumento y ya superan las cifras que las estadísticas oficiales insisten en difundir. El problema de abuso a menores y su prostitución se ha vuelto más apremiante cada vez. Entonces, surge la pregunta: ¿cómo preservar la felicidad de estos niños y niñas y la vida misma de millones de seres humanos?
Visitamos algunos de los lugares en Bogotá, donde centenares de niños y niñas, entre los 13 y los 16 años, ofrecen sus “servicios”, mientras otros deambulan por las calles en busca de clientes con quien pasar el rato, y constatamos cómo se prostituyen a plena luz del día.
Aunque el testimonio de cada niño es desgarrador, es nuestro deber advertir que muchos sí están buscando la manera de salir de este sórdido mundo que los mantiene aprisionados.
Martha Libia* es una adolescente que llegó de niña a Bogotá procedente de Calarcá (Quindío) y quien el próximo mes cumplirá 16 años. Vino a trabajar a una casa cuidando niños, pero cuando llegó al Terminal de Transporte, nadie la estaba esperando. Desde ese día comenzó su tragedia, luego que un hombre de unos 30 años se le acercó y le propuso ayudarla. “No podía creer lo que estaba pasando, el hombre me llevó a un lugar en el sur de la ciudad y abusó de mí en varias ocasiones, me golpeó”. Nos dice… Semanas después ya estaba en la calle cobrando por su compañía sexual. “He querido regresar a mi casa, pero pienso que es muy difícil que mi mamá me reciba; además, allá no hay nada que hacer, porque ella vive con cuatro hermanos más y son muy pobres”, afirma con pesar, aunque luego sonríe.
Luego de hablar con varios de los niños afectados, después de comprometernos a que no revelaríamos sus nombres, sólo tres de las niñas que hoy se prostituyen en el barrio Santafé comentaron sus penurias. Pudimos constatar que el problema de la prostitución infantil en menores de edad de ambos sexos va en aumento.
Según la ONG Renacer, que trabaja por sacar de esta difícil situación a los niños que han caído en la prostitución o que les han sido violados sus derechos; el abuso sexual es muy difícil de castigar por la renuencia de las víctimas a revelar la forma cómo han sido abusadas.
Todas estas víctimas con el correr del tiempo entran a engrosar ese mundo de miseria y desesperanza. De ahí que las cifras de aborto y las violaciones, cada día, lejos de disminuir, van en aumento.
En ciudades como Medellín, Armenia, Pereira y Cali se dan bandas de traficantes de niños para la prostitución, acechando en los colegios y escuelas para aprovecharse de ellos que luego son traficados hacia países como España, Japón, Holanda, entre otros, donde son tratados como esclavos. Muchos son engañados con falsas promesas de trabajo, algunos viajan por voluntad propia en busca de dinero o ilusionados por una mejor forma de vida.
Los hay que regresan a su lugar de origen y abandonan ese trabajo, pero la gran mayoría se queda a vivir del negocio en el exterior.
Hablan las
cifras
En el evento de los niños
abusados, los estudios muestran que en América Latina el 70 y el 80% de las
víctimas son niñas, donde en un 75% de los casos registrados el responsable de
los abusos es un familiar. Los principales responsables de esos delitos tienen
que ver con el padre, el tío o el hermano. El rango más afectado está entre los
10 y 14 años con el 37% del total, seguido por el de 5 a 9 años con el 25%, de
15 a 17 años con el 14% y de 1 a 4 años con el 10%, en el 78% de los casos
reportados el agresor es conocido del niño o la niña.
¿Qué pasa
con la justicia?
No obstante la
existencia de leyes y la firma de convenios sobre tráfico de personas y el
abuso de menores de edad en Colombia, se puede evidenciar que existe una gran
crisis en el sistema judicial que no logra contrarrestar adecuadamente el
problema.
Estela Cárdenas, psicóloga de la Universidad de la Sabana, directora de la Fundación Renacer, considera que “El problema exige un análisis de los elementos que pueden incrementar este fenómeno. Hay miles de ejemplos que pueden irradiar luces para la recopilación de datos, artículos y todo tipo de información sobre abuso sexual y la prostitución infantil de personas que se convierten en seres marginales…es algo que no se puede ignorar”.
Otras veces enfatizaron en que, para evitar que continúen los casos de menores de edad víctimas de abuso sexual, no se le puede dar más largas al fenómeno y se debe asumir cuanto antes, un sistema de valores morales y culturales para evitar que algunas madres encubran a los violadores por temores a quedarse solas. El Estado debe hacer prevención activa y buscar prohibición y castigo ejemplares.
Basta recordar en Colombia dos casos que han aterrado a la sociedad: los tristemente famosos criminales Luis Alfredo Garavito, alias “La Bestia”, y Pedro Alonso López, el “Monstruo de los Andes”, que dejaron una estela de muerte y dolor en centenares de familias de los que se afirmó, según las investigaciones, sus depravaciones y estado demencial fue una respuesta a los abusos que sufrieron durante su infancia por parte de sus progenitores.
Al niño o niña víctima de abuso se le destruye su auto estima y les cambia su vida, pues los efectos pos-traumáticos y las secuelas psicológicas son difíciles de olvidar, por eso muchos terminan en las calles de las grandes ciudades prostituyéndose, y sólo un escaso número asume su vida y deja atrás el dolor causado por los mayores.
Si bien no existen cifras exactas de cuánto dinero mueve la prostitución en Colombia, no se puede negar que es un negocio muy lucrativo para los proxenetas que se dedican a traficar con sexo tanto de menores de edad como de adultos. Es tan serio el problema, que en el momento en que usted lee este artículo, se están prostituyendo, o están cayendo en las manos de los abusadores y proxenetas, niños y niñas de todas las edades a lo largo y ancho del planeta
Estela Cárdenas, psicóloga de la Universidad de la Sabana, directora de la Fundación Renacer, considera que “El problema exige un análisis de los elementos que pueden incrementar este fenómeno. Hay miles de ejemplos que pueden irradiar luces para la recopilación de datos, artículos y todo tipo de información sobre abuso sexual y la prostitución infantil de personas que se convierten en seres marginales…es algo que no se puede ignorar”.
Otras veces enfatizaron en que, para evitar que continúen los casos de menores de edad víctimas de abuso sexual, no se le puede dar más largas al fenómeno y se debe asumir cuanto antes, un sistema de valores morales y culturales para evitar que algunas madres encubran a los violadores por temores a quedarse solas. El Estado debe hacer prevención activa y buscar prohibición y castigo ejemplares.
Basta recordar en Colombia dos casos que han aterrado a la sociedad: los tristemente famosos criminales Luis Alfredo Garavito, alias “La Bestia”, y Pedro Alonso López, el “Monstruo de los Andes”, que dejaron una estela de muerte y dolor en centenares de familias de los que se afirmó, según las investigaciones, sus depravaciones y estado demencial fue una respuesta a los abusos que sufrieron durante su infancia por parte de sus progenitores.
Al niño o niña víctima de abuso se le destruye su auto estima y les cambia su vida, pues los efectos pos-traumáticos y las secuelas psicológicas son difíciles de olvidar, por eso muchos terminan en las calles de las grandes ciudades prostituyéndose, y sólo un escaso número asume su vida y deja atrás el dolor causado por los mayores.
Si bien no existen cifras exactas de cuánto dinero mueve la prostitución en Colombia, no se puede negar que es un negocio muy lucrativo para los proxenetas que se dedican a traficar con sexo tanto de menores de edad como de adultos. Es tan serio el problema, que en el momento en que usted lee este artículo, se están prostituyendo, o están cayendo en las manos de los abusadores y proxenetas, niños y niñas de todas las edades a lo largo y ancho del planeta
INSTITUCIONES CONTRA EL ABUSO
CONTRA EL
ABUSO SEXUAL INFANTIL
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En nuestra sociedad existen una serie de
mitos que contribuyen a la invisibilización del
Abuso Sexual Infantil, propiciando su emergencia y mantención. Revisaremos
algunos de ellos a continuación: “El
Abuso Sexual es sólo cuando ocurre una violación o penetración por parte del
abusador/a.”
Falso: El término Abuso Sexual como ya se
indicó en el apartado anterior implica una serie de conductas de tipo sexual que se realizan con
un niño o niña, dentro de las cuales se encuentra la violación, existiendo una serie de otras
formas de abuso, todas ellas consideradas como Abuso Sexual.
FUNDAMENTOS
METODOLÓGICOS PARA UN PROGRAMA PREVENTIVO EN ABUSO SEXUAL INFANTIL
Para diseñar un Programa de Prevención en Abuso Sexual Infantil es
necesario tener en cuenta algunas consideraciones básicas:
Respecto a los Lineamientos Temáticos Para La
Prevención del Abuso Sexual Infantil Cuando hablamos de prevención en Abuso Sexual Infantil, subentendemos que
tras esta realidad existen por una
parte distintas condiciones de riesgo
que favorecen la emergencia y mantención de este flagelo social, y por otra
una serie de condiciones
protectoras que de ser incorporadas en
diversas acciones y/o estrategias, contribuirían a la disminución de la
incidencia y prevalencia de este
problema en la comunidad. A partir del análisis de la complejidad
multifactorial que integra el Abuso Sexual Infantil, es posible precisar tres ejes o lineamientos
temáticos que cruzan este fenómeno y que son susceptibles de abordar
a través de estrategias preventivas.
Estos lineamientos temáticos serían:
1: ABUSO
SEXUAL INFANTIL
2: EDUCACIÓN
SEXUAL INFANTIL
3: AUTO CUIDADO EN
NIÑOS Y NIÑAS
Estos tres ejes temáticos participan en la
fenomenología del Abuso Sexual Infantil; no obstante constituyen en sí mismos áreas de contenidos
específicos a trabajar con los distintos
grupos a los cuales podría ir dirigida una estrategia preventiva, considerando diversos niveles de profundidad,
de acuerdo a los objetivos programáticos que se quieran abordar.
1: ABUSO SEXUAL
INFANTIL
Esta área temática abarca las dimensiones
descriptivas, sociales, psicológicas y legales, que involucra el fenómeno del Abuso Sexual
Infantil, necesarias de considerar para propiciar un acercamiento del grupo al cual está dirigido
el programa preventivo, a este problema. Los contenidos específicos que
debieran estar incluidos serían:
a) Definiciones de
Abuso Sexual Infantil
b) Tipología del
Abuso Sexual Infantil
c) Indicadores que
favorezcan la detección del Abuso Sexual Infantil
d) Consecuencias en
las víctimas
e) Marco Legal
del Abuso Sexual Infantil
f) Acciones básicas
de enfrentamiento de casos
El objetivo básico de este eje temático
materializado en alguna estrategia preventiva, es sensibilizar al grupo respecto al problema y
favorecer la detección precoz de
eventuales casos de Abuso Sexual, así como
facilitar la movilización de las primeras acciones de enfrentamiento.
2:
EDUCACIÓN SEXUAL INFANTIL
Este eje temático considera la formación en desarrollo sexual
infantil, enmarcado en el respeto a la corporalidad individual y la
visualización de la sexualidad como una parte fundamental del desarrollo humano integrada como parte
del proceso de aprendizaje afectivo. Incluye los siguientes contenidos específicos:
a) Identidad básica
b) Diferenciación
sexual básica
c) Roles asociados a
las diferencias sexuales
d) Desarrollo sexual
El
objetivo fundamental de este eje temático es integrar en los procesos de aprendizaje
del niño o niña el conocimiento y
familiarización con su propia identidad corporal. Procura favorecer el contacto del niño o niña con sus
vivencias y esquema corporal.
3: AUTO CUIDADO EN NIÑOS Y NIÑAS
Considera
la formación y fortalecimiento de herramientas de auto protección
en los niños y niñas en su contexto evolutivo. Implica el reconocimiento y desarrollo de las habilidades necesarias para enfrentar situaciones de amenaza o peligro y su diferenciación de experiencias de confianza y seguridad personal. Se incluyen los siguientes contenidos:
a) Cuidado Personal
b) Identificación de
situaciones de amenaza personal
c) Pautas
conductuales de auto protección
Su objetivo es favorecer en el niño o niña la
identificación de situaciones de amenaza o vulneración personal, y el desarrollo de estrategias
conductuales efectivas de seguridad y protección.
Decisión Temática de la Estrategia Preventiva
Cuando pensamos en desarrollar alguna estrategia de Prevención
del Abuso Sexual Infantil debemos tener
en cuenta alguna algunas consideraciones,
que Hablar de Abuso Sexual o de
Sexualidad en nuestra sociedad no es una tarea fácil, lo más probable es que en los diferentes contextos
en que se desarrolle la experiencia, ya sea educativo, sanitario, comunitario, etc. es posible que
se generen resistencias o cuestionamientos. q Siempre existirán aspectos controvertidos
que surgirán en el mismo trabajo, asociados a diferencias educativas, valóricas
y de crianza que La claridad en las
temáticas a abordar resulta ser un elementos clave ya que la sexualidad en nuestra sociedad está saturada de dobles
mensajes y subentendidos que contribuyen a la ignorancia y mantención del
problema. Para un trabajo dirigido
a adultos siempre es bueno plantear con
transparencia la temática que se ha
elegido trabajar, en este caso el Abuso Sexual Infantil. Un punto de inicio de
la tarea de la prevención en esta problemática es transmitir que el Abuso sexual
Infantiles un tema que nos debiera interesar a todos como miembros de una
sociedad, y que no es exclusivo de un
grupo en particular.
A los niños y niñas no es conveniente
hablarles del Abuso Sexual Infantil sin previamente haber abordado la temática de la sexualidad en
alguna medida. Que el primer contacto con la esfera del desarrollo sexual para un niño o niña sea
a partir de las experiencias de Abuso podría propiciar un entendimiento errado de la sexualidad,
contribuyendo a la generación sesgada de su propio desarrollo sexual exclusivamente desde lo
dañino o nocivo. Conviene por lo tanto, anteceder alguna experiencia educativa de Desarrollo
Sexual tal como se propone en esta guía, antes de plantear alguna otra instancia preventiva que
aborde directamente el Abuso Sexual Infantil.
Estrategia Preventiva
El monitor
o facilitador debe: Poseer conocimiento sobre los contenidos temáticos a
trabajar, es decir manejar los conceptos de Abuso Sexual, Sexualidad Infantil,
Derechos de los Niños y Niñas y Prácticas de Auto protección Infantil,
dependiendo de la estrategia preventiva a desarrollar. Poseer facilidades para
la conducción grupal ya sea con niños y niñas o
con adultos, dependiendo del grupo al cual va dirigido el trabajo
preventivo. Poseer un marco ético acorde a la temática que se va a trabajar de
manera tal de propiciar un ambiente de confianza e intimidad, en el cual se
vele por el respeto a la confidencialidad de las experiencias compartidas.
Constituirse en un facilitador de la experiencia de aprendizaje que desarrollarán
los participantes, ya sea niños y niñas o adultos.
En
este sentido es conveniente manejar un marco de conducción no directivo,
centrado en la escucha activa que propicie
la participación de los integrantes del grupo. Poseer capacidades
comunicativas que faciliten la expresión de los participantes, evitando los juicios
de valor que pudiesen inhibir la confianza de los integrantes del grupo.
Convocatoria de los Participantes
La convocatoria debe ser una invitación a
participar de un espacio educativo, procurando otorgar claridad a los
eventuales participantes sobre qué se va a trabajar, en qué momentos, y cómo se
va a desarrollar. Esto puede desarrollarse a través de invitaciones escritas,
folletos o boletines, siendo siempre la
mejor alternativa que este proceso sea realizado en forma directa por el agente
social más cercano a los eventuales integrantes, de manera de facilitar el
compromiso con la asistencia y regularidad de la participación.
Estructura del Programa de Prevención
El diseño del Programa Preventivo resulta
algo fundamental, es necesario otorgarle estructura cada sesión de trabajo de
manera de facilitar las condiciones de motivación para los participantes.
Esta tarea requiere de la planificación de
cada sesión, así como la evaluación de la misma posterior a su desarrollo. No obstante, es necesario
considerar esta planificación con la suficiente flexibilidad, de manera tal de
respetar los procesos particulares de cada grupo y ajustarse a sus necesidades.
Hay grupos que son más participativos que otros, que poseen tiempos distintos
para la reflexión y aprendizaje, lo cual
implica una revisión continua del desarrollo de la experiencia.
¿Qué hacer y a dónde acudir si usted conoce un caso de abuso
sexual?
Toda
persona mayor de 18 años está en la obligación de denunciar los casos de abuso
sexual infantil. Sin embargo, la ley no obliga a denunciar contra uno mismo,
contra el cónyuge o compañero permanente o contra un pariente. Por su parte,
los prestadores de servicios de salud, educación y protección que en el
ejercicio de su profesión usualmente guardarían la reserva profesional y la
confidencialidad de la información obtenida, NO están obligados a guardar el
secreto profesional cuando conocen un caso de abuso sexual, y por lo
tanto pueden revelarlo ante las autoridades para lograr la protección del
niño o niña.
Si
usted conoce un caso de abuso sexual puede acudir a los siguientes lugares:
•Fiscalía: Policía
Judicial, URI
•Comisarías de Familia
•Centros Zonales Del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar.
•Casas de Justicia
•Personería
•Inspecciones de Policía
•Comisarías de Familia
•Centros Zonales Del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar.
•Casas de Justicia
•Personería
•Inspecciones de Policía
El Día
Mundial por la Prevención del Abuso Sexual Infantil, una jornada para
sensibilizar a la sociedad
Este sábado 19 de noviembre se
conmemora el Día Mundial por la Prevención del
Abuso Sexual Infantil, fecha que representa la sensibilización
de la sociedad en contra de este flagelo, propósito en el que trabaja el Ministerio
de Educación y su Programa de Educación para la Sexualidad y Construcción de la
Ciudadanía.
Precisamente este Programa del
Ministerio tiene a través del portal educativo Colombia Aprende su micro sitio en el que los
internautas pueden conocer toda la información sobre el tema. En este espacio
web, al que pueden ingresar haciendo clic aquí , se pueden encontrar una
serie de contenidos dirigidos
a la comunidad educativa,
como lo son los principios del programa, las características de la
implementación de esta estrategia en la escuela, experiencias de estudiantes y
docentes, un foro virtual e información de la implementación de este trabajo en
las regiones, entre otros.
Con el Programa
de Educación para la Sexualidad y Construcción de Ciudadanía y su sitio web, se espera también
contribuir a un largo proceso de sensibilización a la sociedad que ayude a disminuir los índices de
abuso sexual infantil.
CONCLUSIONES
El abuso sexual en
la infancia es un fenómeno invisible porque se supone que la infancia es feliz,
que la familia es protectora y que el sexo no existe en esa fase de la vida.
Sin embargo, el abuso sexual infantil puede llegar a afectar a un 15%-20% de la
población (a un 4%-8% en un sentido estricto), lo que supone un problema social
importante y que afecta a uno y otro sexo (especialmente a niñas). Los menores
no son, sin embargo, solo víctimas de las agresiones sexuales, sino que también
pueden ser agresores. De hecho, el 20% de este tipo de delitos está causado por
otros menores.